La Animación española es analizada en un nuevo estudio llevado a cabo por la Comisión Europea a través de su Observatorio Audiovisual y estudia el mercado audiovisual así como el comportamiento de la Animación a nivel global, con cifras de producción, distribución, taquilla, financiación, festivales etc. entre 2010 y 2014.
La posición de España entre los países productores de cine de animación y series animadas está en el quinto lugar a nivel mundial. Tenemos un sector en crecimiento cuyos ingresos se han triplicado en la última década y se prevé un impacto en la economía española de más de 1.500 millones de euros para 2017.
Entre los programas audiovisuales, la animación es la categoría con mayor actividad en Europa. En el periodo que va desde 2010 a 2014, se realizaron 250 películas de animación en el viejo continente y Francia, España y Reino Unido fueron los mayores productores, abarcando entre los tres el 40% de toda la producción europea. España se situó durante 2014 como el quinto productor de la Unión Europea y durante el período 2010-2014, la animación española sacó adelante 28 producciones, un promedio anual de 5,6 películas. En 2012, Las aventuras de Tadeo Jones, se convirtió en la película de animación española más taquillera de todos los tiempos, con unos ingresos de 2,75 millones de euros. En cuanto a la producción de videojuegos, en 2014 se facturaron en nuestro país 412’5 millones de euros, lo que supuso un incremento del 31% respecto al ejercicio anterior.
De los 5 países punteros en producciones de animación europea, sólo España realiza su trabajo dentro del propio territorio con artistas españoles. Por otro lado, entre el 30% y el 45% de las empresas de animación españolas ofrecen servicios a otros países (como Italia, UK, Estados Unidos, Qatar, México o Francia). Además, el 62% de los productores españoles exportan sus productos, generando el 38% de sus ingresos con las ventas internacionales (un porcentaje que puede alcanzar el 70% en algunos casos)
En medio de este escenario tan prometedor, el problema más importante al que nos enfrentamos aquí es la escasa apuesta que realizan las televisiones a la producción de largometrajes y series de animación. Por ejemplo, nuestra televisión pública, TVE, invierte en la animación española sólo 2’5 millones de euros al año, una ridiculez si se compara con los 25 millones de euros que destina la televisión pública francesa en animación. Llama la atención pensar que Pocoyó, la serie española de más éxito de los últimos años, se produjo con la financiación de una cadena británica privada.
Por otra parte, nuestra televisión pública no sólo no apoya la producción de animación nacional sino que, por ejemplo, en la parrilla de Clan TV, el canal infantil de TVE, el tiempo dedicado a la emisión de la animación española ¡no alcanza el 1%!, es decir, ni siquiera da espacio a los contenidos en los que la misma RTVE ha invertido. Entre los principios básicos de programación de RTVE dice que ‘la Corporación debe asumir un papel destacado como apoyo activo de la industria audiovisual española…‘. La Federación Española de Asociaciones de Productoras de Animación denuncia la falta de apoyo de la cadena pública española.
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