Los personajes tradicionales de la Animación 2D para la pequeña pantalla que, en su tiempo funcionaron con éxito, han sido rescatados del olvido por la industria televisiva para volver a la vida como remake 3D. Si entonces funcionaron, ¿porqué no iban a hacerlo después?
El objetivo comercial es resucitar los dibujos animados infantiles haciéndolos más actuales y tridimensionales ya que, parece ser, que los niños de hoy no conectan tanto con las producciones de dibujos tradicionales en dos dimensiones. Los efectos digitales son el universo en el que prefieren encontrar su entretenimiento.
La tecnología supera nuevos retos cada día y en el campo del ocio, casi no da tiempo a asimilar las novedades que se van sucediendo. La animación es buena prueba de ello y comprobamos que la tecnología informática suministra, desde un punto de vista visual, una sensación totalmente nueva.
Grandes clásicos con los que crecieron los padres de los jóvenes espectadores de hoy, han surgido otra vez como remake 3D: Mortadelo y Filemón, La abeja Maya, La Familia Telerín, Mickey Mouse, Calimero, Jackie Chan, Los Pitufos, y muchos más…
En el caso de Mortadelo y Filemón ha habido varias adaptaciones, pero ninguna de ellas ha llegado a triunfar de la misma manera que lo hicieron (aún lo hacen) en las páginas de los tebeos. Cuando un cómic se adapta a la pantalla, igual que ocurre con los libros llevados al cine, es difícil mejorar lo que cada lector ha compuesto en su cabeza.
La Familia Telerín, los dibujos de que nacieron en 1964 en los estudios Moro (Madrid), van a regresar a finales de 2017 con su nuevo aspecto 3D y nombre renovado: Cleo & Cuquín. El lanzamiento augura buenos resultados, a juzgar por el éxito que los videoclips de La Familia Telerín están teniendo en Youtube.
Pero estos no son los únicos remake 3D de los personajes 2D clásicos. La lista continúa: Vicky, el vikingo, el Inspector Gadget, Heidi, La abeja Maya. También Calimero, el pollito más pesimista de la historia, se estrenó en 3D el pasado 2014. Lo llamativo de esta resurrección es que el animalito, despojado de su formato 2D, experimentó, igualmente, un cambio de personalidad.
Las tres dimensiones, a veces, pueden restar fuerza al personaje y despertar menos empatía. La consecuencia de una producción a velocidad vertiginosa y con bajo presupuesto a la que se enfrentan las producciones de animación en la actualidad, se termina traduciendo en reducción de recursos y resultados más fríos, algo que no se puede evitar sentir después de ver alguna de las adaptaciones al 3D de las series tradicionales.
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