Algo nos pasa cuando observamos un pigmento. El color forma parte de las terapias que nos ayudan al equilibrio emocional ya que afectan a nuestro estado anímico e, incluso, físico. ¿Quieres saber cómo nos influye el color?

Independientemente de cuál es el color que nos gusta más, está comprobada la influencia de todos ellos en nuestro estado general. Sin ir más lejos, Pantone lleva más de cincuenta años marcando la pauta del color en la industria del Diseño y, cada año, su elección no deja indiferente a nadie. Para el próximo 2016 tiene preparada la gama cromática de los rosas mezclados con mucho blanco, rosas pasteles que pretenden aportar estabilidad, calma y compostura. Lidera la lista el rosa cuarzo, el más claro de todos, que será el color Pantone del año.

La cromoterapia es una alternativa eficaz que está asociada a la psicología. ¿En qué consiste? Según el diagnóstico, el paciente es sometido a la exposición de lámparas con los filtros de color que interesa. Se utilizan ocho colores que aportan diferentes beneficios:

Azul: Como ya sabemos, el azul relaja por lo que es muy adecuado para estados anímicos de ansiedad y estrés. También, un exceso de este color provoca melancolía. No pintemos las paredes de toda la casa de este color si no queremos entrar en un estado de apatía perenne.

Rojo: Al contrario que el azul, el color rojo insufla energía, actividad, fuerza…En el plano físico, aumenta la presión sanguínea y el ritmo respiratorio. Lógicamente, un exceso de rojo tampoco es beneficioso ya que llega a alterar el sistema nervioso.

Amarillo: Asociado a la luz del sol, produce un efecto parecido: vitalidad. La alegría que a los seres vivos nos proporciona la luminosidad es constatable y el color amarillo se considera en cromoterapia el remedio antidepresivo. Abusar del color amarillo puede generar inquietud.

Naranja: Igual que en el círculo cromático el naranja es el resultado de mezclar el rojo con el amarillo, en psicología la unión de estos colores supone la suma de sus efectos. El naranja irradia creatividad, comunicación, energía…apropiado para los momentos de inseguridad o inhibición.

Turquesa: En la familia de los azules, aporta serenidad y facilita la concentración. También beneficia al sistema inmunológico ayudando a reducir estados inflamatorios.

Verde: De la mezcla del azul y el amarillo, aporta equilibrio. Ayuda en la fatiga mental y equilibra estados nerviosos alterados. También, compensa la presión arterial.

Magenta: Asociado al rojo, emana fuerza y energía y resulta, por tanto, eficaz para tratar la tristeza. Socialmente, es un color asignado a situaciones dominantes.

Violeta: El color apropiado para tratar el miedo y la angustia. Proporciona claridad mental pero, si abusamos, puede resultar realmente agobiante.

El color negro, el gris y el azul marino son elecciones seguras para vestir de cara a una entrevista laboral, mientras que el rojo se debe dejar sólo para los accesorios pues habla de alguien dominante. Es sólo una de las conclusiones de un estudio realizado por la Universidad de California (UCLA)  sobre la percepción del color.