La comunicación con el cliente no siempre es sencilla y, muchas veces, los/las freelance o, profesionales independientes, salimos de esos atolladeros lo más airosamente posible, siempre manteniendo la compostura y ofreciendo un perfil de trabajo pluscuamperfecto. Si no lo hacemos nosotros, ¿quién si no?

En situaciones de conflicto juega un papel fundamental la asertividad: una habilidad social que nos permite defender nuestros derechos y convicciones sin provocar problemas en nuestra comunicación con el cliente.

Lo que puede ocurrir ante el desacuerdo con nuestro cliente:

1ª opción: Discusión. No es la más recomendable. Las broncas, al final, nos hacen perder el tiempo y debilitan nuestras relaciones laborales.

2ª opción: No decir nada. Pero, por otra parte, no creemos que debas actuar en contra de los propios principios ni mantener un cliente que aporta más inconvenientes que beneficios. Utiliza argumentos básicos que pueden ayudarte. Por ejemplo, puedes indicar que actualmente te encuentras desbordad@ de trabajo.

3ª opción: Respuesta Asertiva. Una opción coherente y de carácter asertivo, es comentar al cliente que no estás de acuerdo con la manera de enfocar tu papel en el proyecto, sin descartar futuras colaboraciones profesionales en las que vuestras opiniones puedan encontrarse. Lo importante, ¡actúa! y, cuando lo hagas, no te dejes llevar por un arrebato. Simplemente, habla de forma tranquila exponiendo tu parecer y convicciones apropiadamente.

Ahora, el toque de humor. Os mostramos unas divertidas presentaciones que hemos encontrado en  Creative Market, una plataforma de contenidos visuales realizados por creativos independientes de todas partes del mundo. Son algunas de esas ‘frases tranquilizadoras’, habituales en nuestra comunicación con el cliente y que no siempre pensamos, pero que nos sirven para soslayar el conflicto. Esta sería la 4ª opción: Torear la situación.