Los proyectos en los que trabajamos, afectan directamente a nuestro grado de felicidad, así que debemos intentar enfocar nuestra meta en aquello que realmente deseamos. ¿Ser Concept Artist es tu sueño? Entonces, lo que a continuación te contamos, te puede interesar.
Eliott Lilly , es Concept Artist en Videojuegos desde hace más de una década. En su libro ‘The Big Bad World of Concept Art for Videogames‘ propone algunas preguntas que nos podemos hacer para esclarecer dudas. Son preguntas relacionadas con el trabajo en Concept Art, pero las podemos adaptar a otros campos de las Artes Visuales.
La primera: ¿En qué te sientes realmente buen@ dibujando?
Responder esta cuestión te ayudará a ser objetiv@ con tus puntos fuertes y con tus puntos débiles como artista. Necesitas conocer qué es lo que te hace único o los valores que puedes aportar a cualquier proyecto.
La segunda: ¿Cuáles son tus metas a largo plazo?
Una vez que comprendes quién eres, desde el punto de vista artístico, planea, a largo plazo, qué tipo de estudios te acercan a ese proyecto de vida o qué tipo de trabajos, cuando ya has finalizado tu formación. Créate objetivos específico y tangibles.
Escribe tu objetivo en un papel y sitúalo en un lugar a la vista, como un recordatorio constante que te ayude en los momentos de dudas.
Si no tienes claro al 100% cuál sería el trabajo de tus sueños, el objetivo será el área artística que ocupe tu interés. Por ejemplo, te apasiona dibujar y crear criaturas. Incorpora esa meta en tu propósito.
La tercera: ¿Cuál es mi plan para lograr ese objetivo?
Tómate tu tiempo para descomponer en pasos prácticos el camino hacia el objetivo. Escríbelo en el mismo papel donde apuntaste tus metas, así lo revisarás con regularidad.
La cuarta: ¿Te sientes Concept Artist especialista o generalista?
Se da la circunstancia de que las grandes empresas de videojuegos, con grandes equipos de artistas, tienden a buscar profesionales especializados en una o dos áreas específicas como Concept Artist. Sin embargo, los estudios más pequeños, con limitado personal, suelen buscar perfiles más generales que sean capaces de resolver de todo. En función de la magnitud de tu sueño, enfoca el contenido de tu portfolio de manera que transmita claramente tu/s habilidad/des.
La quinta: ¿Se corresponde mi portfolio con mi objetivo?
Como te decíamos en el punto anterior, tu carpeta de presentación debe apoyar la conquista del trabajo que persigues y demostrar que vales para aquello en lo que deseas ser seleccionad@. Recuerda: exponer tus fortalezas artísticas y minimizar tus puntos flacos…
La sexta: ¿Te sientes al nivel de tu competencia?
Los demás artistas no deben cohibir tu evolución, tan sólo los usarás como referencia de autoevaluación. Después los olvidarás. No hay ningún ‘mejor artista’, pues tod@s tienen también sus puntos fuertes y puntos débiles.
Si la respuesta es ‘no’, practica más.
La séptima: ¿Son realistas tus expectativas?
A menudo, fijamos el listón demasiado alto. No olvidemos la importancia absoluta de la experiencia. Al principio, trabajar en estudios y proyectos más pequeños, nos ayudará a construirla.
La octava: ¿Cuáles son mis prioridades a la hora de elegir un estudio?
Deberías considerar qué es más importante para ti: trabajar como Concept Artist en un estudio grande pero en el que puedes ejercer menos control sobre tu trabajo, trabajar en un estudio con un equipo pequeño pero en el que tienes más autoridad creativa, ser trabajador independiente…
La novena: ¿La empresa de mi elección, me ayudará en mi meta?
El proyecto que tenga entre manos ese estudio estará estrechamente entrelazado con tu proyección profesional.
La última: ¿Qué es importante para ti?
Quizá no es tan importante alcanzar una meta lejana, como conseguir el primer trabajo; considerar si el sueldo es justo o si el proyecto va a servir para añadir más calidad al portfolio…
Resumiendo: es tentador, al empezar, dirigirnos a todos los estudios que demandan profesionales. Generalmente, se trata de un esfuerzo inútil y desalentador. Conviene centrarnos en lo que es realmente importante para nosotr@s e intentar asegurarlo, o al menos estar más cerca de conseguirlo, aunque lleve más inversión de tiempo y esfuerzo.
Manejarse con soltura como Concept Artist requiere dominar múltiples técnicas, como las que se aprenden en los Planes de Estudios:
Grado Profesional de Ilustración Tradicional y Digital
Máster de Dibujo e Ilustración
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