Seguro que recuerdas los planos generales de los campos de batalla de El Señor de los Anillos, o el plano detalle cuando Neo tiene que elegir la píldora roja o azul en Matrix, si es así, no te puedes perder el artículo que os presentamos a continuación, los planos compositivos en las diferentes disciplinas artísticas .
En un mundo tan visual, como en el que vivimos en la actualidad, los planos compositivos son como los bloques de construcción de una historia, cada plano tiene un propósito específico y aporta un ingrediente a la narrativa de manera única.
Desde hace muchísimos años la capacidad de comunicar una historia, transmitir una emoción o narrar un acontecimiento, a través de una imagen, ha sido una habilidad que ha evolucionado con el tiempo y los planos desempeñan un papel crucial en este proceso.
Desde el cine hasta la fotografía, pasando por el dibujo, la ilustración o el cómic, esta herramienta visual nos permite dar forma a la narrativa visual de manera única, atrapando a la audiencia y llevándola a una experiencia inmersiva en la que el/la espectadorx es guiadx por los diferentes planos que componen una secuencia. En este artículo, exploraremos la importancia de los planos compositivos, su influencia en la percepción al contemplarlos y cómo se utilizan para crear obras visuales impactantes. A continuación enumeramos los planos más relevantes que podemos encontrar.
El gran plano general actúa como punto de partida donde ubicamos la acción. Este encuadre nos muestra espacios o panoramas completos, ya sea un paisaje natural majestuoso, una ciudad bulliciosa o un evento multitudinario. Su función esencial es la de contextualizar, sumergiendo al espectador/a en el entorno amplio que sirve como escenario para la trama que se desplegará más adelante. En el cine, un gran plano general puede desencadenar emociones y establecer sensaciones o atmósferas, por ejemplo, un gran océano puede evocar un sentido de amplitud y libertad o en la ilustración, un gran plano general de una ciudad, iluminada por la noche, puede transmitir la energía y los colores nocturnos de la vida urbana.
Detrás de la aparente simplicidad de un gran plano general descubrimos la habilidad del/a creador/a, quien decide qué elementos incluir en este gran lienzo visual y cómo influyen en la percepción del espectador/a. La elección de estos detalles específicos puede alterar significativamente la interpretación y la experiencia emocional de la audiencia.
Moviéndonos hacia el plano general, encontramos una perspectiva ligeramente más específica que en el gran plano general, pero sin sacrificar amplitud visual. Este encuadre sigue abarcando una escena considerable, pero se acerca lo suficiente como para que los sujetos principales o los elementos clave sean más fáciles de interpretar. Un plano general puede mostrar un campo de batalla con sus tropas desplegadas o un mercado bullicioso lleno de colores y movimiento. Este encuadre continúa siendo un recurso poderoso para establecer contextos, especialmente al principio de una narrativa visual, pero también permite al público comenzar a conectar con detalles más específicos de la escena.
Cuando empleamos este tipo de plano en nuestras creaciones, tenemos la responsabilidad de equilibrar la escala de la escena, eligiendo cuidadosamente los elementos en la composición para transmitir la atmósfera y dar la importancia adecuada a los objetos dentro del encuadre, cada elemento tiene un papel en la composición, lo que nos exige una cuidadosa consideración y planificación.
Plano General. Trabajo de Natalia Mariño
El plano completo o entero nos sumerge aún más en la representación visual al capturar a una persona o un objeto en su totalidad, desde la cabeza hasta los pies. Este encuadre es especialmente útil cuando se busca resaltar la presencia física de un personaje en relación con su entorno, en cualquier disciplina artística, el plano completo permite al espectador/a observar el porte, el vestuario y la postura de una persona u objeto en su totalidad.
Al utilizar un plano entero tenemos la oportunidad de contextualizar al sujeto en su entorno, mostrando cómo se relaciona con el espacio que lo rodea, la elección de la posición y la actitud son muy importantes para transmitir no solo su presencia, sino también aspectos más profundos de su personalidad y psicología.
Es un tipo de encuadre que representa a los personajes desde la altura de la rodilla hasta la cabeza. Este plano, que se sitúa entre el plano completo y el plano medio, destaca la expresión de la pose y los gestos, permitiendo una visión detallada de la acción y facilitando la interacción visual con el espectador/a. Sus usos son variados y a menudo se emplea para establecer la conexión emocional entre los personajes, destacar la reacción ante una escena o crear tensión dramática. Este plano fue ideado en el auge de las películas del oeste o Western, para realizar un énfasis visual entre los duelos que se realizaban entre dos actores o actrices.
Nos acercamos un poco más y llegamos al plano medio, este encuadre se convierte en una herramienta valiosa para lxs creadorxs visuales. Este plano corta la escena aproximadamente a la altura de la cintura, permitiendo que se capturen las expresiones faciales y los gestos de los / las protagonistas principales. En el cine, por ejemplo, el plano medio se emplea en algunas ocasiones en escenas de diálogo o interacción, ya que proporciona un equilibrio entre mostrar el entorno y centrarse en la expresividad de lxs personajes.
En la pintura, ilustración o cómic, un plano medio puede capturar la conexión entre dos personas, revelando tanto sus rostros como parte de su pose corporal, la distancia visual que ofrece este encuadre nos permite profundizar en los detalles de la comunicación no verbal, construyendo capas adicionales en la narrativa visual.
Plano de detalle. Trabajo de Carmen Bobes
A medida que nos adentramos aún más en los encuadres, nos encontramos con el plano corto, el plano corto se convierte en un estudio detallado de los rostros, este encuadre se enfoca en la cabeza y los hombros del personaje, destacando las expresiones faciales y los detalles más significativos. En el cine, el plano corto se emplea para crear una conexión emocional directa con lxs personajes, lo que nos permite observar de cerca las reacciones y emociones de los mismxs.
En la pintura, ilustración, foto o cómic, un plano corto lo podemos utilizar para resaltar los rasgos faciales o para explorar la complejidad emocional de un personaje, cada línea, cada gesto y cada mirada se convierten en elementos cruciales de la composición, transmitiendo una historia sin necesidad de palabras.
Con el primer plano nos sumergimos aún más en la proximidad, centrándonos en el rostro y eliminando elementos alrededor que puedan distraer nuestra atención. Este encuadre revela los detalles más íntimos, destacando expresiones, ojos, o matices emocionales con bastante claridad. El plano cerrado se utiliza para intensificar la conexión emocional entre el personaje y espectador/a, creando una experiencia visual intensa y personal.
El plano detalle es un tipo de encuadre muy importante y recurrente en las diferentes disciplinas artísticas. Este encuadre se centra en un objeto específico, parte del cuerpo o detalle que puede pasar desapercibido en los planos que hemos detallado anteriormente. Desde la textura de una hoja, hasta el destello en los ojos de un personaje, el plano detalle busca resaltar elementos que tienen un significado único y contribuyen a la narrativa visual.
En la fotografía, cómic o ilustración un plano detalle de una joya o un anillo, por ejemplo, pueden transmitir no solo la belleza estética, sino también simbolismos o significados más profundos.
Esperamos que hayáis aprendido y disfrutado de esta lectura sobre los tipos de planos que hemos realizado y os leemos en los comentarios, ¿Cuál es tu plano favorito?
¡Hasta la próxima!
No hay comentarios.
