En el artículo de hoy viajaremos a través del Arte Mural, donde las paredes o los muros de nuestras ciudades, se convierten en lienzos que narran historias, provocan emociones o transforman la experiencia visual urbana de las personas.
Podríamos definir el arte mural como una manifestación o forma de expresión artística que se realiza directamente sobre muros, paredes o diferentes soportes y superficies. Estas obras, por ejemplo, pueden ser: mosaicos, graffitis, pinturas, intervenciones creativas o casi cualquier técnica que transforme y decore el espacio en el que se encuentre la pieza. Este tipo de arte, no solo adornan nuestras calles, sino que también es un factor importante y distintivo que aporta personalidad al entorno y que lo podríamos incluso clasificar como elemento de cambio en nuestra evolución cultural en el día a día.
A lo largo de la historia del arte, el arte mural urbano ha surgido como una forma de expresión que ha desafiado las convenciones, convicciones y pensamientos tradicionales, llevando el arte a las calles o diferentes espacios que, hasta ahora, no se consideraban aptos o no estaban bien vistos para su exposición, convirtiéndose en un elemento que aporta estilo y color en el gris paisaje urbano. Desde sus comienzos, hasta su impacto global en la cultura contemporánea, la evolución del arte mural nos ha ido descubriendo cómo esta disciplina artística ha llegado a impactar e impresionar tan profundamente en el corazón y la mente de todo tipo de generaciones.
El arte mural tiene su origen en raíces que se pierden en la antigüedad, con ejemplos que podemos ubicar en civilizaciones como los egipcios, los romanos e incluso los mayas, sin embargo, fue en el siglo XX durante la Revolución Mexicana, que el muralismo tomó un papel protagonista en el escenario o panorama artístico, ya que artistas como Diego Rivera, David Siqueiros o José Clemente Orozco, utilizaron los muros para llevar el arte a la calle, narrando historias políticas y sociales que impactaban con fuerza en la realidad de la época. Estos maestros del muralismo, que hemos nombrado anteriormente, establecieron una conexión única entre el arte y el público, llevando las historias de la gente común, a modo de denuncia social, a los muros de la ciudad. Esta idea de democratizar el arte, haciéndolo accesible para todxs, podríamos decir que sentó las bases para lo que más tarde se convertiría en el arte mural.
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El arte mural tiene mucha correspondencia y comparte muchos valores con otra disciplina artística como es el graffiti, el grafiti es un movimiento cultural o una de las disciplinas dentro del Hip-Hop, que surgió en las calles de Nueva York en la década de 1960. En lugar de buscar la aprobación de las galerías de arte convencionales, o ni siquiera con ningún ánimo de trascender artísticamente, lxs primerxs artistas de graffiti encontraron su lienzo en trenes y edificios abandonados, utilizaron pseudónimos como «tags» para dejar su marca en la ciudad, creando una expresión artística underground y, a menudo, considerada ilegal.
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Los inicios del Graffitti fueron impulsados por la necesidad de expresión y la rebeldía juvenil. Lxs artistas buscaban dejar su huella en los diferentes soportes del espacio urbano, desafiando la noción de que el arte sólo podía encontrarse en galerías y museos elitistas.
Este movimiento proporcionó una plataforma o trampolín para que lxs jóvenes expresaran sus pensamientos y emociones de manera directa y sin restricciones. Uno de los pioneros de este movimiento es TAKI 183, un repartidor del servicio postal americano, que se inspiró en la propaganda electoral, que estaba por todas las calles de los Estados Unidos en la década de los 60, para inundar con su nombre los diferentes espacios urbanos por los que pasaba.
A medida que el Graffiti y las producciones artísticas en grandes muros evolucionaron, también lo hizo su percepción en la sociedad. Lo que una vez fue considerado un acto delictivo comenzó a ganar reconocimiento como una forma de expresión artística. Lxs artistas de la calle comenzaron a ser invitadxs a participar en festivales de arte y exposiciones en reconocidas galerías, y sus obras comenzaron a cotizarse en el mercado del arte contemporáneo.
Por ejemplo, Banksy, uno de los artistas de street art o arte mural más conocidos a nivel mundial, ha desafiado las convenciones al mantenerse en el anonimato y utilizar sus obras para abordar temas sociales y políticos. Su enfoque provocador y su capacidad para mezclar la crítica con la ironía han hecho que el street art o intervenciones murales sea aún más relevante en la escena artística global.
En la actualidad, el artista Santanderino afincado en Madrid, Okuda, realiza grandes murales en diferentes superficies y entornos adaptando su estilo al entorno y el espacio que aborda.
Otro ejemplo de artista mural multidisciplinar es el hispalense Srger que, con sus formas geométricas, texturas y colores vibrantes, viaja por el mundo imprimiendo su discurso artístico sobre todo tipo de superficies y entornos.
El arte mural contemporáneo ha ampliado sus horizontes más allá de las simples representaciones estéticas. Los murales ahora son utilizados como herramientas para la transformación social, la conciencia cultural o el aporte estético al entorno.
En comunidades de todo el mundo, artistas y creadores, están colaborando con residentes locales para crear murales que reflejen la identidad y la historia de sus barrios. Lo que pone en valor la comunión entre artista y entorno, creando lazos y sensaciones en lxs espectadorxs que lo contemplan con el paso del tiempo.
Estos murales no solo son expresiones artísticas, sino también testimonios visuales de la diversidad y la riqueza cultural de las comunidades. El arte mural se ha convertido en una forma de contar historias y preservar la memoria colectiva, creando la narrativa de una ciudad a través de colores vibrantes y diferentes estilos plásticos.
A medida que avanzamos hacia el futuro, el arte mural seguro que seguirá evolucionando, adaptándose a las cambiantes dinámicas culturales y sociales. La tecnología, la abrupta llegada de las inteligencias artificiales y las redes sociales han proporcionado a lxs artistas plataformas para compartir su trabajo a escala global, llevando el arte mural a audiencias o público antes inalcanzables.
La conexión entre el arte mural y arte urbano con las generaciones jóvenes es innegable. Lxs artistas contemporáneos están utilizando las calles como lienzos para abordar cuestiones como el cambio climático, la justicia social y la igualdad de género. Estas expresiones artísticas no solo buscan embellecer los espacios urbanos, sino también provocar la reflexión y el diálogo en la sociedad tan cambiante en la que vivimos, convirtiendo a los muros y paredes en testamentos vivos de la capacidad del arte para trascender fronteras y aportar su granito de arena al panorama artístico. Desde sus modestos inicios como narradores de la Revolución Mexicana, hasta las impactantes obras que adornan los muros de nuestras ciudades hoy en día, el Arte Mural es una forma de expresión que continúa desafiando las normas y conectándose con todo tipo de generaciones de manera profunda e impactante.
Estas manifestaciones artísticas de profundo interés social, sin duda, van a hacer de nuestros trayectos por la ciudad una experiencia única.
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