En una época donde nuevas herramientas y técnicas digitales para desarrolladores y creativos  surgen casi sin descanso, la  vieja técnica analógica del dibujo a mano resulta ser la más popular. Son las conclusiones de un estudio realizado con más de 4000 participantes de casi 200 países.

Subtraction.com, es una publicación de Khoi Vinh, neoyorkino responsable de Diseño de Adobe y Director de Diseño del New York Times Online, entre otras cosas. Desde el 2000 escribe sobre tendencias y noticias de actualidad en lo que al mundo del Diseño y la Tecnología mundial se refiere. En http://tools.subtraction.com/ analiza las herramientas que utilizan los creativos, mediante una encuesta anual entre más de 4.000 participantes de casi 200 países.

De las conclusiones obtenidas en Junio de este año, nos llega un dato curioso: en una época donde nuevas herramientas y técnicas digitales para desarrolladores y creativos surgen casi sin descanso, la vieja técnica analógica del dibujo a mano resulta ser la más popular.
Lápiz y papel ganan abrumadoramente (64% de todas las opciones) durante la fase creativa de ‘lluvia de ideas’ ( Brainstorming) y durante la fase de abocetado. La realidad es que el dibujo es una técnica sencilla, en cuanto a la utilización de instrumentos, pero tremendamente poderosa en lo que se refiere a su potencial expresivo. Tod@s tenemos accesibilidad al dibujo, con mayor o menor destreza y herramientas, como lápices, bolígrafos o rotuladores, están disponibles siempre en un estudio creativo. Es rápido, es barato y no tenemos que ser los mejores artistas para esbozar un apunte simple con el que explicar nuestras ideas.

A veces, existe una barrera en la cabeza que impide a muchas personas coger el lápiz. La frase: ‘se me da mal el dibujo’, se engancha profundamente en el cerebro y hace que se rechace, de primeras, esa fórmula universal de expresión , convenciéndonos de que, si nunca hemos tenido un don para las artes, el dibujo no puede ser una herramienta para nosotros.

La práctica es, en estos casos, la manera de disipar nuestra inseguridad. Debemos acostumbrarnos al garabateo informal en cualquier ocasión en la que nos sintamos cómodos. De la misma manera, intentar estructurar la idea que deseamos abocetar. Así, evitaremos tener que realizar un dibujo complejo si nuestro concepto va a quedar expresado con iconos, símbolos o formas muy sintetizadas. Dejemos fluir lo que se nos ocurra a través del lápiz hasta el papel. Es rápido y divertido y, a medida que practiquemos, veremos cómo mejora nuestra técnica progresivamente. Sin duda, merece la pena, ¿os animáis?

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