Estamos acostumbrados a que las ilustraciones de nuestr@s artistas favoritos nos encandilen, nos arrastren a ese mundo imaginario donde transcurre la acción. Pero antes de que esas imágenes lleguen a nuestras retinas han tenido que superar una serie de etapas necesarias que se corresponden con el proceso de producción de la obra.

Y eso es de lo que vamos a hablar, de los diferentes pasos que como artistas tenemos que dar para conseguir llegar a buen puerto en la creación de una ilustración, desde la concepción de la idea, hasta la entrega al cliente.

¿Qué etapas distinguimos en el proceso de Ilustración?

La realización de una ilustración discurre por un camino creativo y técnico que se inicia con el brainstorming, continúa con la planificación, sigue con la creación y, finalmente, termina con la entrega del proyecto, cumpliendo durante todo el trabajo con los requisitos establecidos por el/la cliente.

A continuación vamos a diversificar cada paso, aunque cabe destacar que este desarrollo puede variar en función del/la ilustrador/a, o los requisitos propios del proyecto.

• Briefing: En esta etapa el cliente nos traslada sus necesidades, el objetivo del proyecto y la orientación que debemos dar a nuestra ilustración. Normalmente, nos proporcionan un documento con la información necesaria que funciona como punto de partida.
• Investigación: Durante esta fase buscamos referencias, ya sean visuales o conceptuales, a modo de inspiración para llevar a cabo la ilustración. Algun@s ilustrador@s recurren en la búsqueda de documentación gráfica a Google y otr@s se apoyan en bancos de imágenes; más recientemente, hay quienes utilizan la inteligencia artificial de manera responsable, etc.
• Desarrollo de bocetos: Durante este apartado del proceso de ilustración, realizamos numerosos borradores o bocetos donde plasmar los diferentes conceptos e ideas. No buscamos un dibujo exquisito o algo llamativo, tan solo trasladar gráficamente, y de forma sintetizada, los conceptos que hemos ideado en nuestra mente.
• Bocetos finales: Ha llegado el momento en el que seleccionamos los mejores bocetos e ideas del paso anterior para desarrollar un dibujo más limpio y claro con el objetivo de ir quitando las líneas o elementos que no hayan adquirido relevancia.
• Revisión: Revisamos los bocetos con el/la cliente y realizamos los cambios necesarios para la correcta interpretación de la ilustración.

Resultado final de la ilustración con técnica de Anilinas realizada por nuestra alumna Sofía Sanz

Por fin, materializamos la ilustración, ¡llegamos al final!

• Producción: Ha llegado el momento de llevar a cabo la creación de la ilustración. Es ahora cuando decidimos las herramientas que vamos a utilizar para su realización, ya sean analógicas, como pinceles, rotuladores, lápices de color, etc., o softwares digitales como Photoshop,  Illustrator, Painter, Zbrush, etc. Se trata del momento más gratificante donde ponemos en funcionamiento todas nuestras habilidades artísticas.
• Entrega: Esa meta a la que tod@s queremos llegar a tiempo cuya fecha hemos acordado previamente. Es el momento de la entrega del arte final, ya sea en físico o digital, según el formato y resolución previamente establecidos, que supondrá la finalización del proyecto, ¡y el comienzo de nuestra merecida gratificación!
• Pago: Antes de iniciar el proyecto, tendremos que haber llegado a un acuerdo con el /la cliente en el que habremos cerrado el precio por el trabajo y su forma de pago. Normalmente, se abona un porcentaje por adelantado y el resto se resuelve en el momento de la entrega del encargo, o fórmulas consentidas previamente como el cobro en 30 días, al cierre del trimestre, etc.

No hace falta comentar la importancia de la ilustración como herramienta de comunicación, ya sea en el ámbito de la publicidad, el campo editorial, el diseño gráfico, etc. Por lo tanto, debemos entender que el proceso de producción de ilustración es crucial para garantizar que nuestro trabajo cumplirá las expectativas del cliente y del proyecto.