Neuromarketing? Comencemos con una reflexión: cuando nos disponemos a comprar un artículo, ya sea en una gran superficie o de manera online, ¿nosotros seleccionamos el producto, o el producto nos selecciona a nosotros? Hay muchos factores que determinan y condicionan nuestra toma de decisiones a la hora de efectuar una compra y el neuromarketing es una de las disciplinas que estudian este tipo de comportamientos o conductas.
Se trata de una herramienta para comprender cómo funciona nuestro cerebro y cómo toma decisiones en el proceso de compra, lo que posibilita a las empresas mejorar sus estrategias de marketing y publicidad para llegar de manera más efectiva a nosotros, los consumidores. El neuromarketing combina el conocimiento de la neurociencia y la psicología con el marketing y la publicidad.
En términos de mercado y consumo es muy valiosa, una de las principales ventajas es que permite a las empresas conocer el funcionamiento de nuestro cerebro y nuestros sentidos antes, durante, e incluso, tras una compra. Esto es posible gracias a la aplicación y el desarrollo de técnicas como: la resonancia magnética, que permite observar la actividad de nuestro cerebro mientras realiza una tarea o toma una decisión, el electroencefalograma, que mide la actividad eléctrica del cerebro, o el estudio de cómo reaccionan nuestros sentidos frente a estímulos determinados.
Para que lo veamos de una manera más clara analicemos algunos ejemplos de cómo se puede aplicar:
Empresas de todo tipo han invertido grandes cantidades en neuromarketing con el único interés de que sus productos llenen nuestras estanterías y sean consumidos por nosotros.
Uno de los ejemplos más conocidos fue el estudio que hizo Coca Cola a principios del año 2000 para saber cómo respondían los consumidores al ver su marca. Los resultados del estudio mostraron que el cerebro de los consumidores reaccionaba de manera más positiva a imágenes de la marca cuando estaban acompañadas de música alegre y de personas sonriendo y disfrutando de la bebida. ¿Te puedes imaginar que pasó? A partir de estos resultados, Coca Cola decidió incluir más música alegre e imágenes de personas felices en sus anuncios.
Otro ejemplo es el estudio realizado por la empresa de productos de belleza Dove, que utilizó el eye tracking, siguiendo el movimiento del ojo, para conocer cuáles eran los elementos más llamativos de sus anuncios. Los resultados del estudio mostraron que los consumidores prestaban más atención a las imágenes de mujeres reales, que a las de modelos perfectamente maquilladas y retocadas. A partir de esto Dove decidió incorporar más mujeres reales a sus campañas.
En definitiva, podemos comprobar cómo nuestra toma de decisiones a la hora de comprar cualquier cosa no es estrictamente racional, sino que intervienen elementos emocionales asociados a nuestros gustos, preferencias o recuerdos. Las empresas de publicidad lo saben y las grandes corporaciones invierten sus recursos en desarrollar nuevas estrategias para posicionarse en el mercado y en nuestras vidas.
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