Hace unos años salieron a la luz los guiones personales que desarrolló Ridley Scott para su Alien en 1979. Eran páginas repletas de notas y especificaciones con imágenes que el director realizaba al margen.
Scott es graduado en Diseño Gráfico por el Royal College of Art of London y su comienzo como director en anuncios publicitarios hizo de él un prolífico artista del storyboard. Parece ser que su manera de planificar lleva implícito el dibujo. ‘…cuando leo, creo rápidamente las imágenes en mi cabeza y soy capaz de dibujar muy rápido; el dibujo me ayuda a pensar y me sirve como medio para ver una historia desde el principio hasta el final…’ Rápidos apuntes a lápiz y rotulador,  lo que las personas que componen su equipo han bautizado como Ridleygrams, le sirven para situar escenas y medios.

Para Alien, Ridley Scott no tardó en crear un grueso trabajo de storyboard y diseños de naves y trajes espaciales; ‘…Me llevó tres semanas y media hacer el storyboard en Londres. Volví y me dieron el doble de presupuesto, lo que demuestra el poder de un storyboard bien planteado. De golpe, vieron una manera de hacer la película que no fuera con unos decorados hechos con cajas de cartón piedra y con un tipo vestido con un traje de goma haciendo de bestia. Yo quería hacer ‘La Matanza de Texas’ de la ciencia ficción…’. El storyboard dejó impresionados a los ejecutivos del estudio y, en consecuencia, el presupuesto para “Alien” aumentó de 4,2 millones de dólares a 8,4 millones.

En general, una escena cinematográfica requiere numerosos elementos y efectos visuales que quedan plasmados en el storyboard, lo que le convierte en imprescindible al estudiar un Grado en Cine de Animación 3D y Videojuegos. Gracias al guión gráfico, la comunicación es rápida y fluida entre los profesionales de un equipo. Además, previsualizar las escenas a través del storyboard, ayuda a hacer una estimación aproximada del coste de la producción.
Para muchos directores, es secundario cuán detallado o bien dibujado está el storyboard, si el resultado queda claro y comunica bien la secuencia. Dependiendo de la producción, el numero de viñetas a realizar en tiempo limitado, puede ser altísimo por lo que, muchas veces, hay que sacrificar los detalles a favor de la funcionalidad.