En la ilustración, el color no es simplemente una capa superficial de pigmento o un tono dado con una herramienta digital, el color es un narrador de historias.
La elección de una paleta específica puede comunicar el estado de ánimo de una escena, la personalidad de un personaje o incluso el tono general de una obra. Por ejemplo, una ilustración con tonos apagados y colores desaturados puede sugerir melancolía o nostalgia, mientras que una paleta brillante y saturada puede transmitir vitalidad y alegría.
Podríamos decir que la psicología del color es una disciplina que se enfoca en comprender cómo los colores impactan en la percepción, emociones y comportamientos de las personas.
Este campo de estudio analiza cómo la presencia de ciertos colores puede provocar respuestas psicológicas específicas en los individuos, influenciando en su estado de ánimo, niveles de energía, e incluso su capacidad de concentración. La psicología del color examina cómo las diferentes tonalidades, saturaciones y combinaciones de colores pueden generar una amplia gama de efectos psicológicos, desde la sensación de calma y serenidad hasta la estimulación de emociones como la alegría, la tristeza o el miedo. A través del estudio de la psicología del color, se busca comprender cómo aprovechar estas influencias para diseñar entornos, productos, mensajes publicitarios y experiencias que generen respuestas emocionales y comportamentales específicas en las personas.
Cada color tiene un impacto único en nuestras percepciones, lxs ilustradorxs utilizamos
esta comprensión para crear experiencias visuales intencionadas. La paleta de colores se convierte así en una herramienta para comunicar, no solo estilos o estéticas, sino
también estados de ánimo y narrativas emocionales.
A continuación, analizamos alguno de los colores más comunes y su impacto emocional sobre nosotros. Es importante tener en cuenta que estas asociaciones son generales y pueden variar según el contexto cultural y las experiencias individuales.
Ilustración de Sara Nieto
Transmite relajación y seguridad, se asocia con la estabilidad. Los tonos azules son
empleados para comunicar paz, serenidad, calma, tranquilidad y confianza. También sugiere frescura, limpieza, profundidad y, de hecho, es reconocido su efecto relajante en las personas.
Relajante para ojos y mente, nos lleva directamente a la naturaleza, aportando bienestar y armonía. También es un color que se refiere mucho al crecimiento y la fertilidad, inspirando un sentido de desarrollo positivo y progreso en diversos contextos. El verde, también se vincula a la esperanza y el optimismo.
Estimula la mente y mejora el estado de ánimo. Representa felicidad, optimismo, energía vital. Se trata de un color cálido que irradia luz, por lo que puede hacer de un entorno un lugar acogedor. Por último, es importante señalar que también suele utilizarse para advertencias o precauciones pues es un color llamativo que tiende a atraer la atención.
Está asociado con el amor y la pasión, pues es un color vibrante que puede aumentar la
frecuencia cardíaca y estimular el apetito. También nos habla de atención y urgencia, de fuerza y poder, o de agresión y peligro.
El naranja combina la energía del rojo con la felicidad del amarillo, generando entusiasmo y
acción. Se asocia comúnmente también con sentimientos de amistad y creatividad por sus tonalidades brillantes
El color rosa evoca sentimientos positivos y suaves, asociados con el amor y la amabilidad. Se asocia con la juventud e inocencia ya que evoca la sensación de la infancia, creando un ambiente de pureza. También sugiere dulzura, ternura y romance.
El morado, o el violeta, está asociado con frecuencia a la creatividad y la individualidad, pudiendo tener efectos diferentes según el contexto y colores adyacentes. En ocasiones también se le relaciona con la espiritualidad y la magia, por su tonalidad profunda y enigmática. También puede ser poder y lujo.
Ilustración de David Garzas
Veamos ahora cómo afecta la psicología de color a la interrelación de ciertos grupos de colores entre sí:
Dentro del amplio espectro de los colores, podemos diferenciar las dominancias cálidas de las frías. Los colores cálidos, como el rojo, naranja y amarillo, tienden a generar sensaciones de calidez y vitalidad, aportando energía a nuestras obras. Por otro lado, los colores fríos, como el azul, verde y violeta, transmiten frescura, tranquilidad y profundidad a nuestras creaciones. La elección de una paleta cálida o fría no solo afecta a la temperatura visual de una obra, sino que también influye en la conexión que establecemos con ella.
Con el círculo cromático delante, reconocemos los colores complementarios como aquellos que se encuentran opuestos entre sí. Esta relación entre ellos crea un contraste vibrante que puede potenciar la intensidad visual de una ilustración. Por ejemplo, rojo y verde son colores complementarios, su combinación puede generar un impacto visual fuerte y equilibrado. El uso y la aplicación inteligente de colores complementarios, se convierte en una herramienta valiosa para destacar elementos específicos en una composición o crear armonía en la diversidad, entre otras muchas cosas.
La iluminación es un componente clave en la ilustración, ya que interactúa constantemente con el color. La forma en que la luz incide sobre los objetos no solo nos muestra la textura y
la forma, sino que también afecta de manera importante a la percepción del color en sí. Las sombras y luces pueden transformar por completo la atmósfera de una ilustración, añadiendo profundidad y realismo. La elección de la iluminación adecuada puede intensificar la paleta de colores, resaltando detalles y creando un impacto visual más fuerte.
Ilustración de Almudena González
La psicología del color debe ser aplicable para cualquier tipo de disciplina artística, pero además hay más campos en los que es realmente útil. Recordemos algunos de ellos:
Como hemos podido comprobar, la importancia del color y su impacto en la psicología va más allá de la estética. Si tenemos en cuenta la teoría, entenderemos que es la clave para transmitir emociones, contar historias y conectar con el espectador. La elección que realizamos de colores no solo transforma un soporte en una obra visualmente atractiva, sino que también provoca respuestas emocionales que enriquecen la experiencia del observador. Desde la vibrante paleta de colores primarios, aparentemente simplista, hasta la sutileza de las combinaciones complementarias, en ilustraciones complejas, lxs ilustradorxs disponemos de un gran espectro de posibilidades para comunicar todo tipo de emociones.
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