El pasado 12 de junio amanecíamos con una triste noticia para los amantes del cómic de superhéroes… Hace no mucho nos despedíamos del gran Carlos Pacheco y ahora nos abandonaba otro de los grandes del cómic, uno de los papás de Spiderman, el Sr. John Romita.
“Anuncio con gran pesar que mi padre falleció en paz mientras dormía. Es una leyenda en el mundo del arte y sería un honor para mí seguir sus pasos. Por favor, dejad vuestros pensamientos y condolencias aquí por respeto a mi familia. Fue el hombre más grande que he conocido”, informaba por Twitter John Romita Jr., su hijo. Ahí comenzaba el luto por este legendario historietista dentro del mundo del cómic.
Algunxs quizás os preguntéis ¿y, quién es este tal Romita?, pues veréis: John Romita es un nombre icónico en la industria del cómic, conocido por su inmenso talento como dibujante y su contribución al mundo de los superhéroes. Nació en 1930 en Nueva York y se convirtió en uno de los artistas más influyentes y respetados de su generación. Nos parece un lindo tributo que le dediquemos este humilde artículo con el ánimo de repasar su trayectoria y su transcendental huella en el universo de las viñetas.
Sus inicios en el mundo del cómic se remontan a la década de 1950, tras estudiar en la Escuela de Arte Industrial de Nueva York y ser enrolado en esa misma ciudad en el Ejercito de los Estados Unidos, opta por presentarse a Stan Lee, director ejecutivo de la empresa de historietas de Goodman, con la idea de buscar una oportunidad laboral, a pesar de que él creyese que no era realmente talentoso en cuanto a la ilustración de superhéroes. Allí comienza a trabajar como asistente de dibujante en la editorial Timely Comics, que más tarde se convertiría en Marvel Comics. Durante esos primeros años, Romita no tuvo un papel muy relevante, aprendió el funcionamiento de la industria y perfeccionó su estilo artístico, bajo la guía y supervisión de figuras legendarias como Stan Lee y Jack Kirby. Junto con Stan Lee, de hecho, formaría una pareja profesional conocida en la cultura popular de los últimos tiempos, como los “Lennon-McCartney del cómic”
En 1958 decide abandonar Marvel Comics, conocida como Atlas Comics en ese momento, que estaba atravesando una tremenda crisis. Salta a la competencia, DC Comics, donde se dedica a realizar historietas románticas durante aproximadamente ocho años. Allí obtiene un gran reconocimiento por sus retratos de mujeres seductoras.
Ya en 1965, Romita vuelve a Marvel después de que Stan Lee se enterase de que el ilustrador no estaba conforme en DC e intentase atraerlo de nuevo a su compañía. Allí, Romita se convertiría en uno de sus principales artistas. Su estilo fresco y único además de una exquisita habilidad para capturar la emoción y la acción en sus ilustraciones le valieron el reconocimiento y la aclamación de la crítica de la época. Su trabajo en personajes como Spiderman, Daredevil y Capitán América lo catapultaron a la fama y se estableció como uno de los artistas más destacados de la época.
Un importante logro destacable en la carrera de Romita ocurre a lo largo de esa época y es que consigue colaborar con Stan Lee en la colección «The Amazing Spiderman». A partir de 1966, Romita tomó las riendas de la serie tras la marcha de Steve Ditko, y su contribución fue fundamental para establecer la apariencia visual icónica de nuestro “trepamuros” favorito.
Romita le dio a Spiderman un aspecto más elegante, ágil y dinámico, creando algunos de los diseños más reconocidos y queridos del personaje, como el traje negro o el villano Kingpin entre otros. “Cuando cierras los ojos e imaginas a Sipderman, seguramente estás recreando al Spiderman de John Romita Sr.” Señala hoy en día Nick Lowe, el editor ejecutivo de Marvel Entertainment.
Además, se encargó de diseñar nada más y nada menos que a Mary Jane Watson, personaje fundamental y principal interés romántico de Peter Parker, trabajo que lo llevaría a ser uno de los principales creadores de Marvel.
Pero no solo trabajó en el alterego de Peter Parker, además de su trabajo con el hombre araña, Romita tuvo un papel importante en el nacimiento de otros personajes y series representativas. Fue uno de los creadores del personaje de The Punisher, un antihéroe violento y vengativo que se convirtió en uno de los más populares de Marvel. Además de ser responsable del diseño y cocreación de personajes como Mary Jane, Hobgoblin, y muchos otros, también trabajó en importantes colecciones de El Capitán América o de Los Cuatros Fantásticos.
Romita trabajó en la serie Daredevil, de nuevo codo con codo junto a Stan Lee. Juntos, crearon la etapa conocida como «El Hombre sin Miedo«. Romita aportó su estilo dinámico y expresivo a las historias de Daredevil, ayudando a posicionar este personaje como uno de los más populares de Marvel.
A medida que su carrera avanzaba, se convirtió en una figura muy importante dentro de Marvel Comics. Ocupó varios perfiles editoriales y supervisó el trabajo de otros artistas. Su estilo era distinto del ecosistema de dibujantes de la época, combinaba líneas limpias y detalladas con una narrativa visual sólida que influyó en toda una generación de dibujantes dejando su huella indeleble en la industria del cómic.
Como todo artista y creador con inquietudes buscó nuevos horizontes donde seguir creciendo, en la década de los 70 decide abandonar Marvel y trabajar para otras editoriales como DC Comics y Dark Horse, donde dejó su sello en personajes como Superman y Batman. Su estilo, una fuente inagotable de aire fresco, continuó evolucionando y adaptándose a los cambios en la industria, demostrando una versatilidad y talento indiscutibles.
Y, aunque ya se había jubilado en 1995, Romita participó años después (2003), en la creación del número 500 de The Amazing Spiderman, ilustrando las cuatro últimas páginas.
A lo largo de su trayectoria, John Romita ha sido reconocido con numerosos premios y honores, incluyendo su acceso al Salón de la Fama del Cómic Will Eisner en 2002. Su legado perdura en la industria del cómic, y vemos que su influencia se extiende al trabajo de muchos artistas contemporáneos.
Como habéis podido comprobar estamos hablando de una auténtica leyenda en el mundo del cómic. Su talento artístico y contribución a numerosos personajes emblemáticos han dejado una marca difícil de borrar en la historia del medio convirtiéndole, gracias a su trabajo de Spiderman y otros icónicos personajes, en uno de los artistas más queridos y reconocidos de todos los tiempos por esa extraordinaria habilidad para contar historias a través de la ilustración y estilo distintivo. Toda una fuente de inspiración intemporal para sucesivas generaciones de artistas de cómic.
Nos gustaría finalizar este artículo con una frase realmente inspiradora que aparece en Spiderman 2 y que encaja a la perfección en nuestro pequeño homenaje a este gran artista:
«…Me parece que hay un héroe en todos nosotros, nos da fuerza, nos hace nobles, nos mantiene honestos y, al final, nos permite morir con orgullo…»
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