Podemos explicar el concepto de composición como la disposición de los elementos visuales que participan en una obra de arte, cómo las diferentes partes crean el todo. Evidentemente, dicho así, es un término demasiado abstracto, así que hay que aclarar: la composición no es el tema de la obra artística, sino la manera en la que están distribuidos sus elementos.
La composición es importante porque interviene en la percepción de la obra de arte, es lo que hace que una pieza sea llamativa y dinámica, o tranquila y relajante, o anárquica y fuera de lugar. Es determinante cómo la composición afecta el estado de ánimo. Por ejemplo, una composición simétrica, donde los elementos tienen el mismo peso visual a ambos lados, puede ofrecer un efecto sosegado, mientras que las obras asimétricas que no guardan ese equilibrio atraen la atención hacia la parte que más pesa, creando un recorrido sensorial con una intención concreta.
Debemos conocer ciertas leyes compositivas para decidir cómo aplicarlas sin que limiten nuestra creatividad. Se trata de aprender a construir para deconstruir. Veamos las cuestiones más importantes:
Regla de los tercios y puntos de interés. Ilustración de Belén Mendicote en Grado de Ilustración.
Un bello ejemplo de Proporción Áurea en la portada de cómic realizada por Jorge Llorente en el Máster de Portfolio Ilustración
¿A dónde queremos que vaya el ojo del espectador? ¿Que se mueva en círculo? ¿En zig-zag? ¿En vertical? Y ¿cuál queremos que sea su estado de ánimo? La composición puede conseguir el efecto que estemos buscando mediante líneas de fuerza que seguimos automáticamente. Son líneas visibles, si existen elementos que las trazan, como el dedo del personaje apuntando hacia un lado al que inconscientemente dirigimos el ojo, o implícitas, como la línea que marca la mirada del personaje en una obra.
El rayo visual que proyecta el robot marca una potente línea de fuerza diagonal. Concept Art de Ana María Veiga en el Máster Online de Ilustración Digital Avanzada
El espacio negativo es todo lo que rodea al tema principal. Debemos apreciar cómo se dibuja el espacio negativo en el fondo. Los triángulos tienden acrear equilibrio e interés en una pieza, por eso, se suelen crear triángulos en el espacio negativo. Puede parecer innecesario, pero es interesante observar el espacio negativo y el efecto que causa en la pieza.
El espacio negativo forma un triángulo invertido en la ilustración de Luis F. Montosa, alumno del Máster de Ilustración Digital Avanzada.
¡Os animamos a practicar! Cuanto más observemos la composición en una obra artística, bien sea de arquitectura, cine, pintura, Ilustración, fotografía… más la aplicaremos a nuestros trabajos de manera consciente para que los demás la perciban con la intención emocional que deseamos.
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