Cuántas veces nos habrá ocurrido que imprimimos un archivo y el color final no es el que esperábamos ni se asemeja con el que observábamos en nuestras pantallas. ¿Por qué cuando imprimo los colores de la pantalla no son los mismos que en papel? La razón más probable radica en el modo de color.
Muchas veces nos habremos planteado cómo utilizar los diferentes modos de color en función de una posterior aplicación. En el artículo de hoy hablaremos sobre alguno de ellos y, una vez los hayamos comprendido, seguro que nos será muchísimo más fácil obtener los resultados que deseamos.
Es importante conocer qué es el modo de color como tal, antes de describir cuáles son los modos más comunes.
El modo de color es un aspecto fundamental a tener en cuenta en ilustración digital, fotografía o diseño gráfico ya que atañe a la representación del espectro de color visible, es decir, ese que percibe nuestro ojo. Es importante mencionar también que el espectro visible de los modos de color depende directamente del porcentaje de gris, del tono y de la saturación.
Básicamente, existen dos clasificaciones de sistemas de color: los colores aditivos, y los colores sustractivos. Dichas clasificaciones se traducen en cómo se obtiene o cómo hemos llegado a la composición de los diferentes colores existentes, dicho de otra manera, cuál es la mezcla de colores que hemos utilizado para crear unos colores a partir de otros.
Algunos de los modos de color más comunes son el RGB y el CMYK, pero también creemos importante mencionar las ventajas del HSB y LAB. A continuación, exploraremos cada uno de estos modos de color y sus aplicaciones.
El modo de color RGB es uno de los más empleados en la ilustración digital y el diseño gráfico, y te vamos a contar por qué.
Se caracteriza porque ofrece una imagen tricromática compuesta por los colores primarios de la luz. Precisamente, de ahí procede el nombre: RGB significa Red, Green, Blue, en español Rojo, Verde y Azul, que son los tres colores luz cuyas mezclas generan todos los demás colores luz. La suma de estos colores primarios produce el blanco, lo que nos indica que el RGB es un modelo de color aditivo (concepto que mencionábamos previamente), considerado el estándar de imagen de todo color que se utilice con pantallas o monitores.
En este modo combinamos los valores de cada uno de los tres canales para crear una amplia gama de colores. El modo de color RGB se utiliza comúnmente en monitores de ordenador y toda pieza creada con intención de reproducirse en una pantalla. Por ello, es ideal para imágenes digitales que vayamos a utilizar en medios electrónicos como un sitio web o una red social, pues es el más versátil, admitiendo todas las opciones que proporcionan las aplicaciones gráficas. De hecho, ¡también es el modo de color más adecuado si deseamos imprimir nuestro archivo en casa!
El modo de color CMYK es el comúnmente utilizado en la producción de imágenes impresas. CMYK significa Cyan, Magenta, Yellow y Black, que traducimos en español como Cian, Magenta, Amarillo y Negro, los colores pigmento primarios.
Anteriormente, mencionábamos que el modo de color RGB es un modelo de color aditivo. En el caso del CMYK diríamos que se trata de un modelo de color sustractivo, pues la suma de todos los colores primarios produce teóricamente el negro. De esta manera, combinando los valores de estos cuatro colores, conseguimos crear una gama completa.
El modo de color CMYK se utiliza comúnmente en la industria de la impresión profesional, ya que dichos procesos utilizan tinta de estos cuatro colores para crear la imagen.
*Es importante tener en cuenta que la conversión de imágenes de RGB a CMYK, o viceversa, puede producir cambios en la apariencia de los colores, por lo que debemos considerarlo antes de imprimir o manipular una imagen.
El modo de color HSB es en el que trabajamos según los valores de Hue, Saturation y Brigtness (tono, saturación y luminosidad), de ahí su nombre. Los diferentes programas de diseño cuentan con una rueda cromática desde la cual se configura el sistema HSB.
El tono es el color reflejado a través de un objeto y se suele medir como una posición en la rueda cromática, normalmente expresándose en grados. Su origen estaría en el color rojo, que se corresponde con el grado 0º. Con el tono controlaremos el color deseado.
La saturación es la intensidad del tono, y representa la escala de grises usada en el color elegido. Por ejemplo, un color pastel tiene poco de saturación. Teniendo en cuenta la rueda cromática que mencionábamos previamente, diremos que la saturación se modifica de acuerdo a la ubicación del color elegido dentro de esta rueda, y cuanto más alejado esté del centro, más saturación.
Finalmente, nos encontramos con la luminosidad, que sería la cantidad de brillo que contiene un color determinado. Es decir, la cercanía de ese color al blanco o al negro. Por ejemplo, cuando hablamos de “azul oscuro” nos referimos al matiz de un azul que se acerca más al negro y, en el caso del “azul claro”, al blanco.
El modo de color HSB es bastante útil en la ilustración digital ya que nos permite realizar correcciones de color muy concretas y permiten ajustes más naturales en tono, saturación y luminosidad. Diríamos que es más ventajoso y está, sobre todo, pensado para el trabajo de lxs diseñadorxs.
El modo de color LAB es el que más se aproximaría a la visión humana pues tiene una gama de colores más grande que el RGB o el CMYK. En este, la información de color se divide en tres componentes o canales: Un canal L de Luminosidad, A (oscilaría entre rojo-verde) y B (oscilaría entre amarillo-azul).
Este modo nos permite realizar ajustes de color precisos y separar la información de color de la información de luminosidad, lo que facilita la corrección cromática y la manipulación de las imágenes. Podríamos, por ejemplo, cambiar la luminosidad de una imagen sin tener que alterar ningún valor de saturación o tono del color.
Pese a sus ventajas y a su ambición lo cierto es que este modo de color se utiliza bastante poco.
*Hay que resaltar que solo las impresoras PostScript de nivel 2 pueden reproducir estas imágenes.
Como habéis podido comprobar, los modos de color son una parte esencial en la producción y creación de Ilustraciones, imágenes digitales, fotografías, etc. Cada uno tiene sus propias ventajas y desventajas, por lo que es importante elegir con conocimiento de causa cuál es el correcto para cada proyecto en función de nuestras necesidades.
No podemos olvidar destacar que varios programas de tratamiento de imagen y diseño, como Adobe Illustrator o Photoshop, tienen una opción para visualizar los elementos que van a color en algunos de los modos de color que os hemos mencionado anteriormente. De esa manera también se corre menos riesgo antes de imprimir un archivo y que el color quede exactamente como deseamos.
Esperamos que os haya sido de ayuda esta breve explicación sobre los modos de color. ¡Hasta pronto!
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