SteamPunk, una expresión artística con enormes posibilidades creativas y narrativas que da como resultado un estilo visual por el que todas las ramas de las Artes Visuales se han interesado.
Surgió como un subgénero exclusivamente literario (recordemos a H.G.Wells y Julio Verne), aunque actualmente se ha convertido en un movimiento artístico que engloba tanto Cine y TV, como Videojuegos, Ilustración, Cómic e, incluso, Moda y Diseño.
Los primeros trabajos en el mundo del Cómic surgen en los años de 1980 y 90. Un ejemplo de temática SteamPunk lo encontramos en lo que sería su novela gráfica icónica, La Liga de los Hombres Extraordinarios, de Alan Moore (1999) que inspiraría la versión cinematográfica en 2003. En el cine, también, recordamos títulos como La Brújula Dorada y Adèle y el misterio de la momia.
Legenderry, cómic ilustrado por Sergio Fernández Dávila y escrito por Bill Willingham.
El SteamPunk es considerado como uno de los estilos que forman parte del Retrofuturismo, un género de ciencia ficción que se basa en realizar creaciones fantásticas y utópicas sobre la idea que una sociedad o época anterior tenía acerca del hipotético futuro. Normalmente, se centra en recoger elementos de una determinada época para trasladarlos al futuro, creando una fusión entre ambos.
La ilustradora húngara, Kinga Britschgi, utiliza tanto técnicas tradicionales como digitales en su obra SteamPunk.
La fusión entre la ficción de la Era Victoriana con la tecnología de los artilugios de vapor, mezclado todo esto con elementos románticos de la época, dan lugar a un mundo idílico, según las ideas de este subgénero de ciencia ficción.
El crecimiento en España del SteamPunk es constante pero más lento que en otros países, debido a la división que existe entre sus seguidores y la gran cantidad de subgéneros que han nacido bajo su influencia.