Visual Thinking, o pensamiento visual, lleva tiempo abriéndose paso como lenguaje de comunicación no verbal, ¿por qué?. Sabemos que existen cerca de un millón de fibras nerviosas que unen ojo con cerebro y más de 20.000 millones de neuronas que procesan la información visual a la velocidad del rayo. ¡Podemos procesar imágenes que nuestro ojo ve en tan sólo 13 milésimas de segundo!
Si tenemos en cuenta que el 90% de la información que procesa nuestro cerebro es visual; que somos capaces de recordar el 80% de las imágenes, frente al 20% del texto, o el 10% del sonido; que nuestro cerebro procesa las imágenes 60.000 veces más rápido que los textos…entenderemos que la comunicación visual es el camino más directo para llegar al público.
En la actualidad, vivimos un momento en el que la imagen ocupa una importancia relevante en todas las facetas de nuestras vidas. No es de extrañar que el Marketing Visual se revele como la tendencia de comunicación por excelencia en todos los medios y plataformas digitales. Facebook, Instagram, Pinterest, SlideShare, Twitter, etc. aprovechan esa capacidad innata del ser humano para procesar la información visual y generar retención con las campañas apoyadas por imágenes y recursos gráficos.
Visual Thinking es una probada metodología que consiste en comunicar ideas complejas con recursos gráficos, generalmente dibujos muy sencillos, que agilizan la comprensión. Podría decirse que esta forma de comunicación funciona desde los orígenes de la humanidad, allá en la prehistoria, cuando nuestros ancestros transmitían ideas con grafismos en las paredes de las cuevas. Entonces ya, el dibujo se convirtió en lenguaje.
La gran ventaja del pensamiento visual es que promueve una estimulación sensorial completa, y activa la creatividad en diferentes procesos de comunicación donde se expone el discurso ante una audiencia.
Como decíamos, se trata de una herramienta de exposición de ideas representadas a través de dibujitos simples. Para poner en funcionamiento esta estrategia de comunicación no es importante dibujar bien, sino conceptuar bien. No se trata de una práctica artística, sino de una herramienta para transmitir que, en la actualidad, se utiliza en todos los ámbitos imaginables durante reuniones, discusión de proyectos, sesiones de enseñanza, discursos, etc. Para ello, nos apoyamos en imágenes puramente conceptuales, acompañadas de símbolos universales, como flechas, rayos, puntos, recuadros, etc. y reforzados con alguna palabra que jerarquiza las ideas.
Así, ocurre que el dibujo genera curiosidad en el ser humano, y se convierte en un vehículo que facilita la comprensión ya que el cerebro utiliza los dos hemisferios cerebrales al combinar el área verbal y visual, logrando así un mayor rendimiento. A la vez, facilita la retención de mayor cantidad de información ya que, al llegar de forma visual, potencia la memorización. Otro beneficio que aporta la comunicación de ideas a través de dibujos es dar al grupo la posibilidad de visualizar la información de forma global, promoviendo la reflexión sobre lo aprendido. ¡Razones no faltan para incorporar el dibujo a nuestras vidas!
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